Cuando una clase social, sea la que sea, se adueña del Estado para explotar o someter a las otras, la paz social se deteriora. Si ese dominio se prolonga en el tiempo, siempre termina en Revolución. Cuando el gobierno ha sido de la izquierda, y aunque el dominio no llegue a ser abuso, la Revolución fue fascista y vengativa en el pasado, y ahora, neoliberal y deshumanizada. Cuando la opresión ha sido de la derecha, la Revolución siempre es violenta y sangrienta. En cualquier caso, la Revolución siempre está organizada por una minoría en la sombra y ejecutada por una masa moldeada y enfurecida con ideologías extremistas y/o nacionalistas excluyentes. Aprendamos de la Historia.
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